La razón número uno por la que las personas renuncian a su trabajo.
- Dan Martinez
- 18 ago
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Actualizado: hace 2 días

En los últimos años, el burnout laboral ha dejado de ser una queja aislada para convertirse en un fenómeno global. No se trata simplemente de estar cansado: hablamos de una fatiga existencial, una pérdida de sentido y una desconexión progresiva de lo que hacemos y quienes somos.
Según la Organización Mundial de la Salud, el burnout es un “síndrome resultante de un estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido gestionado con éxito”. En México, el 75% de los empleados asegura haberlo vivido. Pero más allá de los números, el burnout revela un problema más profundo: una cultura de trabajo que erosiona la humanidad de las personas.
¿Cómo se manifiesta el burnout?
El agotamiento no aparece de un día para otro. Se gesta lentamente, como una herida abierta que no se trata:
· Agotamiento emocional constante: te levantas más cansado de lo que te acuestas, y cualquier contratiempo te desborda.
· Despersonalización: te sientes ajeno a tu trabajo, como si fueras una máquina cumpliendo tareas sin sentido.
· Pérdida de sentido: incluso aquello que antes te motivaba, hoy te parece absurdo o agobiante.
El problema no es solo psicológico. Según expertos en neurociencia, el cerebro expuesto a múltiples exigencias simultáneas sufre un “agotamiento nervioso” que puede ser irreversible si no se actúa a tiempo.
La razón número uno por la que las personas renuncian a su trabajo.
El burnout es, en muchos casos, el síntoma de una cultura empresarial que ha perdido el norte. Donde la productividad importa más que las personas, y los líderes son promovidos por habilidades técnicas, pero no por su humanidad.
Se habla mucho de metas, innovación y excelencia, pero poco de empatía, descanso o reconocimiento. En entornos donde reina la competencia desleal, el aislamiento emocional y la falta de justicia, el desgaste es inevitable.
¿Cómo prevenirlo?
No se trata solo de dar días libres o poner frutas en la oficina. Prevenir el burnout requiere una transformación profunda:
1. Recuperar el sentido del trabajo: ¿Para qué y para quién trabajamos?
2. Formar líderes emocionalmente competentes: capaces de escuchar, contener y guiar con humanidad.
3. Restablecer los vínculos humanos: un equipo no se construye con metas, sino con confianza.
4. Reconocer el desgaste: el cansancio emocional no es debilidad; es señal de alerta.
¿Estás al borde del burnout? No tienes que vivir así.
El coaching consciente puede ayudarte a detenerte, reconectar contigo mismo y tomar decisiones desde un nuevo lugar de sabiduría y propósito.
Trabajo con líderes, emprendedores y profesionales que quieren dejar de sobrevivir para comenzar a vivir con plenitud.Juntos, podemos construir una estrategia para salir del desgaste y redescubrir tu camino.
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Recuerda: no es normal vivir agotado. Es posible liderar con paz, claridad y propósito. Y todo empieza cuando decides escucharte.
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